Wednesday, December 06, 2006

El triple ataque

canción: "Lo que tengo yo adentro" de Pereza del acústico de Barcelona
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Se la han metido con queso al Ministerio de Sanidad. Les hacen retirar una publicidad a Burger King sobre una hamburguesa XXL, y ellos responden con una auténtica bomba "Yo quiero comer como un hombre". ¡Toma ya! Y al que no le guste que no mire.

Se trata de la libertad de poder elegir la comida que te apetece, la libertad de poder anunciar tu producto por la televisión, radio, prensa, internet. ¿Qué las hamburguesas de estas comidas de comida rápida son una mierda? puede ser... ¿quién obliga a comerlas? ¿tienen productos adictivos como la nicotina? ¿cuantas hamburguesas son necesarias para producir la muerte de un consumidor? ¿es que ahora es el Ministerio de Sanidad (y Consumo) el que va a establecer nuestra dieta?

Hay que terminar ya con esta intromisión del Estado en la libertad de los individuos para escoger la comida que les apetece engullir, de proteger la intimidad de los indiviudos, de defender la autonomía de los individuos frente al Estado. El Estado siempre ha temido la libertad del individuo.

Y si es nocivo para la salud por producir la muerte, que las prohíban. Pero también habrá que prohibir esa "comida de autor" de 50 Euros el plato, porque a parte del atraco, puede producir la muerte por inanición. Y si se quiere que el españolito medio tenga una buena dieta mediterranea, deje que sea la familia la que se encargue de ello. Si es que al final no habrá nada más antisistema que comer una hamburguesa, ¡hay que joderse! También podremos terminar gritando, frente al Ministerio, uno de esos eslóganes progres felizmente alterado por un: "Ministerio de Sanidad saca tus sucias manos de la comida basura".

Comments:
Nunca podría estar más de acuerdo. Cómo me gustan las grandes hamburguesas.

¿Acaso cuando me las como mancho a los demás con mi ketchup como los fumadores con el humo?

Si quieren prohibir, que prohiban el tabaco y dejen de cobrar impuestos por cada cajetilla. Y puestos a prohibir, que se prohiban a ellos mismos, que de mala sangre también se puede morir.
 
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